jueves, 17 de noviembre de 2011

UN POEMA DE MARITO



“Lo vi por primera vez en la calle de Bucareli, en México, es decir en la adolescencia, en la zona borrosa y vacilante que pertenecía a los poetas de hierro, una noche cargada de niebla que obligaba a los coches a circular con lentitud y que disponía a los andantes a comentar, con regocijada extrañeza, el fenómeno brumoso, tan inusual en aquellas noches mexicanas, al menos hasta donde recuerdo. Antes de que me lo presentaran, en las puertas del Café La Habana, oí su voz, profunda, como de terciopelo, lo único que no ha cambiado con el paso de los años. Dijo: es una noche a la medida de Jack. Se refería a Jack el Destripador, pero su voz sonó evocadora de tierras sin ley, donde cualquier cosa era posible. Todos éramos adolescentes, adolescentes bragados, eso sí, y poetas y nos reímos” (R.B)

SAN JUAN DE LA CRUZ LE DA 1 AVENTÓN
A NEAL CASSADY /EN LA FRONTERA
ENTRE EL MITO & EL SUEÑO/

La carretera se pandea rumbo al centro de su propio :incendio centrífugo
Tijuana se desvanece flotando bajo la mollera del ojo
Esquirlas de cabaret & colchón empujan la estela
de duendes que preña la ilusión de este instante
En el radio: Jim Morrison traga esporas crecidas
en la cicatriz del diluvio
Este puente mental va al volante
Estrellado el afuera & adentro
Verde mota la selva
El destino rodando
Todo ser & hasta en zancos escupe ovnis bordados
con alas de las más locas luciérnagas
Es de noche / & en carretera / & volando
Los Doors con los dientes hacen realidad su voltaje
El cuerpo del alma se baña en el viaje
El centro se curva
La curva es salvaje
La carretera es Dios mismo
Cada ganglio / cada trozo
resbala: se esfuma
El pie va braceando
La mente desyerba la euforia del eco.

jueves, 14 de julio de 2011

LA JAULA

Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.

Acto creativo

Por el huevo roto en el suelo
Por el 5 de julio
Por el pez en la pecera
Por el viejo de la habitación nº 9
Por el gato sobre el muro
Por ti mismo
No por la fama
Ni por el dinero
Tienes que seguir luchando
Cuanto te haces viejo
Disminuye el atractivo
Es más fácil cuando se es joven
Cualquiera puede alcanzar
Las alturas alguna que otra vez
La clave consiste en
Resistir
Cualquier cosa que sirva
Para que
Esta vida siga bailando
Frente a
Doña Muerte.

martes, 12 de julio de 2011

III MANIFIESTO ONIRISMO-BESTIAL.


Jurarás no mirar más hacia atrás mientras buscas perderte en el poder de los sueños, tu gran palabra será silencio, te sumergirás en sus aguas como pez que cruza el rio. Serás como piedra, viento o aire, una criatura rebosante de energía dispuesta a conquistar cada rincón del mundo; aniquilarás realidad, eso que por tradición han tratado de fundar en nuestras mentes como cierto. Destruirás sus mentiras mientras te conviertes en un soldado de la palabra, un emisario de los sueños. Entrégate al poder que te ofrece el camino de la fantasía, que tu espada sea tu lápiz, desenváinala y úsala en todo momento; la escritura será tu guerra, atrinchérate en tus pensamientos y dispara tus ideas al mundo.
Conviértete en pájaro que se deja llevar por el viento, despliega tus alas hacia el cielo, aléjate a tu propio desierto, guarda en tu mochila tu alimento, que nunca falte el papel y la tinta, consume tus cactus sagrados, recorre el espacio árido, no temas si descubres manantiales u oasis y nunca te olvides de alimentar a los buitres, recuerda que también hacen parte de la naturaleza y guardan en el fondo una parte de lo divino. Nunca temas, los animales te auxiliarán, ellos entienden tu misión. Crea hermosos relatos, canciones fantásticas elaboradas por ti mismo, cantos que tengan sabores y colores, que sepan a vino y te embriaguen con su poderoso elixir. Caminarás errabundo con tu mente limpia, libre de todo aquello que pretenda atraparte o amarrarte.
Hazte piedra, flor de loto, agua viva cristalina, aire, aliento de vida, que la vitalidad rebose tu alma y tu cuerpo, nunca olvides ser siempre un niño que crea, un infante capaz de destruir eso que otros quieren imponerte al arbitrio; crea tus propios mitos, construye tus propias ciudades en las que abunde la naturaleza y abandónate a…
Entonces ríe, llora, canta, baila, juega, llora, corre, salta, gime, sufre, escupe, duerme, sueña, dibuja, escribe, colorea, crea, destruye, pinta, camina, reposa, habla, vive, muere y sobre todo parte a…
Sueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueñasueña
Duermeduermeduermeduermeduermeduermeduermeduermeduermeduermeduermeduerme
Sueñaduermesueñaduermesueñaduermesueñaduermesueñaduermesueñaduermesueñaduerme
Nunca olvides crear y soñar.
P.S: lo anterior ha sido elaborado por una máquina de escribir sin mediación humana alguna, quien quiera escuchar que escuche y pregone el mensaje.

Habla el poeta, silencio. JOAQUIN RAMIREZ JIMENEZ.

domingo, 19 de junio de 2011

Atole



Vía a Mario Santiago y Orlando Guillén
los poetas perdidos de México
tomando atole con el dedo

En los murales de una nueva universidad
llamada infierno o algo que podía ser
una especie de infierno pedagógico

Pero os aseguro que la música de fondo
era una huasteca veracruzana o tamaulipeca
no soy capaz de precisarlo

Amigos míos era el día en que se estrenaba
<>
así que ya se lo pueden imaginar

Y Mario y Orlando reían pero como en cámara lenta
como si en el mural en el que vivían
no existiera la prisa o la velocidad

No sé si me explico
como si sus risas se desplegaran minuciosamente
sobre un horizonte infinito

Esos cielos pintados por el Dr. Atl, ¿los recuerdas?
sí, los recuerdo, y también recuerdo
las risas de mis amigos

Cuando aún no vivían dentro del mural laberíntico
apareciendo y desapareciendo como la poesía verdadera
esa que ahora visitan los turistas

Borrachos y drogados como escritos con sangre
ahora desaparecen por el esplendor geométrico
que es el México que les pertenece

El México de las soledades y los recuerdos
el del metro nocturno y los cafés chinos
el del amanecer el del atole

jueves, 2 de junio de 2011

LISERGIC ACID


He introducido el veneno en mi lengua
he dejado que el infierno sacrifique mis
lágrimas y con sus cuchillas maltrate mi carne,
mis nervios retorcidos.
He viajado hacia el trance más absurdo buscando
paraísos que me ayuden a escapar de la ilusión que
guardan en su interior mis ojos.
Y me he forjado una armadura fuerte con vidrios
incrustados en mi carne para que solo yo pueda hacer
daño a mi cuerpo,
escupiendo a la cara de esos fantasmas que me
persiguen,
exprimiendo con mis propias manos esa masa acuosa
y blanda que se encuentra incrustada en mi cráneo,
implantada en mi cuerpo como una extensión obligada,
un órgano extraño impregnado de sangre.
Es entonces cuando con mis manos bañadas en carmesí
empuño fuertemente el pequeño y cuadrado cartón llevándolo
con lentitud a mi reseca boca, Extiendo mi vista hacia el cielo
lanzando una impronunciable Oración.
¡Ah, es hora de enfrentar un nuevo amanecer!


Por Joaquín Ramírez Jiménez (Ikashi Merodach)
Silencio.

lunes, 17 de enero de 2011

La pasión nos hace vivir en este mundo tan extraño




hoy he despertado con una barba de
cuatro días/
con el pelo revuelto y con
la máscara que debo cambiar
cada salida del alba como si fuera una
extensión de mi fatigado cuerpo/
mis pantalones están rotos,
mis ojos yacen podridos de tanto
mirar la luna/
me he quitado las piernas cual
muñeco que es dispuesto a
elaborar una más de sus rutinarias
funciones,/
desenroscándomelas como tornillos
las guardo en un enorme baúl en el
cual también guardo mis manos, /
observo y al instante la boca me sabe
a sangre,/
me imagino siendo criatura mitológica,
despreciado por mi tiempo/
busco mis ojos en la pequeña caja
roja en la que siempre los guardo
entonces.../
le digo a mi amigo que la pasión
nos hace vivir en este mundo extraño,
creo que él llora detrás de la pared./

POR: JOAQUIN RAMIREZ JIMENEZ

MANIFIESTO ONIRICO BESTIAL



Escribí piedra...

Escribí piedraescribí casa escribí ciudad rompí la piedra demolí la casa destruí la ciudad sobre el papel huellas de la lucha entre la creación y el exterminio

RYSZARD KAPUSCINSKI

El suicidio no es una opción el onirismo tampoco, son realidades presentes en nosotros (el sueño aniquila la realidad) qué es ser onírico bestial, es la parálisis de la imagen incrustada en la retina, es la búsqueda de la nada creadora, la destrucción de todo elemento posible y la construcción de las alas que garanticen el despegue. El fracaso esta en nosotros, es mas es la única forma de vida posible, no seamos hipócritas el vacio y el sin sentido nunca dejaran de quemarte las entrañas, vivamos el momento sabiendo que la muerte nos espera.
Escupe en la cara al que está al lado, vitupéralo, maldícelo y corre, rompe con todo lo que se te atraviese.
Los oníricos bestiales somos nuestros padres, nuestros dioses, vivimos la realidad y la no realidad con la misma intensidad el sueño y la vigilia son lo mismo, ambos podemos llenarlos de belleza, ambos podemos habitarlos con palabras que nos transmitan vida y a la vez nada, utilizo palabras para hablar de ti de mi y de todo lo que sea, hallo la belleza en todas partes y me aflijo por querer vivir intensamente. Sabemos que no escaparemos a la muerte por eso decidimos sumergirnos en nuestro mundo creador pero antes debes destruirte comenzar de cero es la hora de la cuenta regresiva.
Si digo que un mosquito me picó luego lo mate y con la sangre pinté arco iris y mariposas en tu cara, soy un onírico bestial.Vamos no te detengas sal a las calles y empieza a destruir todos tus dioses, tus ídolos, los héroes de tu patria, la poesía es una construcción, el arte también. todos los días sueño con una lluvia de cuchillos en una habitación llena de anèmicos, somos nosotros encerrados en nuestros propios valores, moral de los débiles. empieza a ver la belleza del ocio, la vaguedad de la errancia, no busques profundidad en las cosas estamos en la superficie y superficial haz de ser, el milagro esta en la destrucción en la nada, el vacío.
empieza a crear tu propio mundo, coje papel y lápiz conviértelos en tus armas y empieza a disparar palabras a todos, somos poetas de la vida, hay mas poesía allá afuera que en los libros, llena de amor tu corazon y disparalo en la cara al que veas,no esperes nada del mundo odialo y amalo a la vez, da igual, la unica salida es la muerte, engloriala con palabras, adorna tu vacio con colores y luces, deja-te llevar por estos ojos verdes.

soy un soñador, lo se, he soñado despierto cada dia cada instante cada molecula esta impregnada de sueño, mientras aguardo la muerte voy a llenar mi vida de alucinada intensidad, soy capaz de morir, lo mismo, de vivir

POR; FERNANDO PADILLA CABARCAS

pd: no crean nada de lo que
escribo o créanlo en ustedes está.....

lunes, 10 de enero de 2011

Espirales

















“Dios mío, todos somos arrastrados
Hacia el mar sin importar cuanto
Sepamos ni que digamos o hagamos”
(Jack Kerouac)


Cuando despertó lo primero que pudo observar fueron cuatro paredes. Se deslizó por una de ellas, estaba fría como la piel de un muerto. 4 paredes geométrica y uniformemente construidas. Sus sentimientos se encontraron como aves de rapiña frente al descubrimiento de un cadáver: desorientados, abrumadoramente desequilibrados. Los días parecían no haber acontecido, todo yacía inmóvil como las ruinas de un laberinto, no había espacios para hacer absurdas preguntas. Las paredes eran tan blancas como los baños de un hospital, al transcurrir los días se fueron tornando amarillentas, aceitosas y espeluznantes al tacto.

Aproximadamente 20 metros bajo tierra, un pequeño ducto de ventilación que simulaba inútilmente el espacio de una claraboya, luz artificial, desesperante y enceguecedora. Ella permanecía inmóvil, arrojada en un rincón, el hombre descendía cada 2 o 3 días y por un pequeño agujero ubicado estratégicamente sobre una de las paredes, le extendía el recipiente lleno de un liquido que ella consumía ansiosa y desesperadamente. Deglutía vorazmente, sus ojos desorbitados simulaban esferas estelares en permanente caos. Sueño. Se despertaba por el ruido, el orificio construido para proveer el alimento se transformaba de inmediato en una pantalla a la cual asistía como única espectadora. El hombre siempre iba acompañado de un enorme perro que lo observaba con un extraño sentimiento de filiación; suficiente como para pensar que podría permanecer junto a él por lo menos una eternidad.

Se sentaba en una voluminosa y espaciosa banca, y con un gesto despreciable ordenaba al can que hiciera lo propio en el suelo. Acto seguido, tomaba un pequeño cuchillo con el cual se hacia una pequeña incisión en el abdomen­ –justo debajo del ombligo- y con unos finísimos y largos dedos extraía una tripa que halaba con delicadeza, mientras emitía una sonrisa grande, un sórdido y escatológico gesto de placer, luego le hacia una seña al perro que siendo obediente a la orden empezaba a lamer lo que a ella, al otro lado, le parecía ser un fragmento de intestino largo y sanguinolento. La situación se reiteró muchas veces, el hombre solucionaba todo realizando un casero procedimiento quirúrgico, que podía mantener casi intacta la herida hasta la próxima sesión.

Transcurrió mucho hasta poder percatarse de los cambios, había subido muchos kilos, la periodicidad con que se le suministraban los alimentos había aumentado considerablemente, 6 y hasta 10 veces por día, podía calcular las entradas del recipiente que cada vez era más grande. Ella consumía con ansiedad (el liquido) y se sumía en lo que más que cualquier cosa se había constituido como un ritual o una ceremonia privada.

20 metros. Allá abajo el sonido era prácticamente inexistente, se había sumergido en grandes siestas en las que los sueños figuraban como ausentes. Crac, escuchó ruidos y un chirriar de escaleras, el hombre se aproximaba, el perro ladraba con mayor desespero que las anteriores veces; se levantó del rincón, esperando ansiosa el misterio que lograba separarla del otro lado.

Escuchó un girar de cerradura y pudo observar (desde su gélida percepción) como se abría una puerta secreta ubicada justo en medio del concreto. Al otro lado, frente a ella, se hallaba el hombre con esa horripilante y marcada sonrisa; de sus labios (y entre sus carcomidos dientes) pendía un enorme tabaco, del cual inhalaba y exhalaba grandes bocanadas de humo, que desembocaban en el aire creando pequeñas figuritas.

Por primera vez sintió miedo, el perro permanecía amarrado a la mano derecha del hombre, desesperado, intentaba zafarse de las gruesas cadenas. Parecía sentir mucho más miedo que ella, mientras él reía a gritos y se le enrojecía el rostro.

Del otro lado empezaron a escucharse quejidos, los había dejado solos en el pequeño cuarto, mientras sujetaba firmemente la cadena y se la llevaba a la mano izquierda dándose en la misma unos suaves golpecitos. El gesto de su rostro revelaba victoria, había logrado su objetivo, la había alimentado lo suficiente como para que alcanzara el tamaño de una gigantesca persona, le había suministrado lo necesario; grandes jornadas de sueño y enormes cantidades de sangre.

Sí, había engordado lo esperado, lo suficiente como para devorar de unos pocos mordiscos al perro, que emitía sonidos tan espeluznantes como los cerdos cuando se les dan los primeros golpes previos al sacrificio y… sí, sonreía mientras se repetía a sí mismo con júbilo y alegría: ¡ Mi niña, mi niña por fin ha crecido! La pequeña pulga creció y se infló, comía su primer pedazo de carne, ese que la liberaría, ¡esa insaciable hambre que justificaría la enorme sonrisa de su padre! ¡Por fin había sido iniciada en los grandes y aberrantes placeres del mundo!

¿La carne como principio de todas las cosas?

Por: Joaquín Ramírez Jiménez

jueves, 6 de enero de 2011

un poema de Georg Trakl









Grodek

Por la tarde resuenan en los bosques otoñales
las mortíferas armas, y en las llanuras áureas
y en los lagos azules rueda el sol más oscuro.
La noche abraza a los guerreros moribundos,
irrumpe el lamento salvaje de sus bocas quebradas.
Pero silenciosas en la pradera,
rojas nubes que un dios airado habita
convocan la sangre derramada, la frialdad lunar;
y todos los caminos desembocan en negra podredumbre.
Bajo el dorado ramaje de la noche y las estrellas
vaga la sombra de la hermana por el bosque silencioso
saludando las almas de los héroes,
las cabezas sangrantes.
Y en el cañaveral suenan las oscuras flautas del otoño.
Oh, qué soberbio duelo, con altares de bronce;
un terrible dolor nutre hoy la ardiente llama del espíritu,